lunes, 6 de junio de 2016

CAPM Model

El modelo CAPM o Capital Asset Pricing Model es un modelo para calcular la tasa de retorno esperado de un activo o tipo de interés esperado de retribución del capital de una empresa. Supone además un elemento clave para la valoración de empresas ya que dicho interés será utilizado en distintos modelos de valoración y variaciones pequeñas supondrán grandes diferencias en cuanto al valor de la empresa en cuestión.
La fórmula de dicho modelo es la siguiente:

, donde

Rf= prima libre de riesgo. Muchas ocasiones el valor que se toma es el tipo de interés de la deuda pública a largo plazo o a un plazo similar al proyecto para el que se pretenda utilizar.

Beta= se puede utilizar la beta de la empresa en concreto, una beta del sector y del país. Una beta por encima de la unidad significa que ante un cambio de la economía en general, se producirá un cambio aún mayor en la empresa y, por el contrario, una beta inferior a la unidad significa que un cambio positivo o negativo de la economía será seguido por la empresa en menor medida.

Para determinar la prima de riesgo del mercado se puede utilizar un documento del profesor Pablo Fernández que se ofrecen en el siguiente link: http://www.netcoag.com/archivos/pablo_fernandez_mrp2013.pdf

Veamos ahora un ejemplo.
Se necesita calcular el valor de mercado de una empresa radicada en España que se dedica al sector de la distribución alimentaria.

Como se valora el valor actual de todos los rendimientos futuros, utilizaremos como tasa libre de riesgo el bono español a más largo plazo (también se podría utilizar el alemán ya que se considera el más seguro aunque al ser una empresa española será preferible utilizar el bono español). Para encontrar dicha información solo tenemos que visitar la página del Banco de España.

La beta se puede encontrar en sitios web de análisis financiero pero si la empresa no es cotizada, encontrar este dato será más complicado. En el siguiente link del profesor Aswath Damodaran se puede obtener información acerca de la beta a emplear según el sector que queramos estudiar, http://pages.stern.nyu.edu/~adamodar/New_Home_Page/datafile/Betas.html
Para la prima de riesgo del mercado se utilizará el documento de Pablo Fernández mencionado más arriba y, en concreto, aquella prima de riesgo referente a España. Así pues, el coste capital propio sería:


lunes, 9 de mayo de 2016

Partidas monetarias y no monetarias

Una clasificación muy importante que establece tanto la NIC 21 como la NRV 11º del PGC es la distinción entre partidas monetarias y no monetarias.

o   Partidas monetarias: son contratadas inicialmente en la moneda propia o extranjera y cuya extinción dará lugar a un cobro o un pago en una moneda distinta de la propia. Incluye tesorería y, activos y pasivos que se vayan a recibir o a pagar con una cantidad determinada o determinable de unidades monetarias. Éstos incluyen inversiones en renta fija, derechos de cobro de cualquier clase y obligaciones de pago.

o   Partidas no monetarias: partidas contratadas inicialmente en moneda extranjera y cuya extinción no se espera que se realice en una moneda distinta de la propia. Comprende, inmovilizados materiales, inversiones inmobiliarias, inmovilizado intangible (fondo de comercio también), las existencias, anticipos a cuenta de compras o ventas y las inversiones financieras en títulos de renta variable. Los fondos propios tienen la consideración de partida no monetaria.

Podemos observar la clasificación de forma esquemática en el siguiente gráfico.


lunes, 4 de abril de 2016

Tipos de amortización

La amortización que supone la depreciación sistemática de los bienes de carácter duradero dentro de la empresa ya ha tenido una entrada anterior en este blog. La entrada actual se centra en los distintos métodos de cálculo que se pueden emplear para determinar el importe de dicha depreciación.
  •     Amortización constante
Este método es quizás el más sencillo ya que consiste en dividir el importe a amortizar (valor del bien menos valor residual) entre el periodo de tiempo que va ser utilizado por la empresa en el desarrollo de su actividad. Con este método, como su nombre indica, la cantidad a amortizar será la misma cada año independientemente que el bien produzca o funcione más o menos tiempo.
  •     Amortización según su uso
Este método similar al anterior utiliza en vez del tiempo de uso, un número de unidades representativas del uso que se realiza del bien. Por ejemplo, en el caso de un vehículo, el importe a amortizar se puede dividir entre el número de kilómetros que el vehículo se espera que realice y la amortización anual vendrá dada por la cantidad de kilómetros realizados en el año.
  •     Amortización según dígitos crecientes o decrecientes
Estos dos métodos funcionan igual pero en sentido contrario. El primero considera que la amortización va a aumentar con el paso del tiempo porque se piensa que la depreciación va a ser menor al principio de la vida útil y mayor conforme va avanzando el tiempo.

Este método puede ser un poco más complejo que los anteriores ya que la amortización va a estar en función de los dígitos aplicables a cada bien. Para calcular los dígitos basta con sumar el valor de los dígitos de cada uno de los años que el bien será utilizado por la empresa. Si un bien se espera que permanezca en la empresa durante 3 años, los dígitos serán 1+2+3=6.

Veamos un ejemplo de amortización empleando los 4 métodos visto hasta el momento. Una determinada máquina es comprada por 12.000€ y se espera que permanezca en la empresa durante 5 años. Al cabo de los 5 años, ésta puede ser vendida por 2.000€. Se espera que en el transcurso de su vida útil, dicha máquina produzca mil unidades de un determinado producto. En este caso, la suma de número dígitos será 1+2+3+4+5=15.

Al finalizar su vida útil, la máquina ha producido en cada uno de los años 180, 220, 300, 200 y 100 unidades respectivamente. La amortización de cada uno de los cinco años por cada método se puede ver en la siguiente tabla.


Como podemos ver, cada método conlleva unos gastos de amortización completamente diferentes por lo que tendremos que determinar aquel método que mejor refleje la depreciación sistemática efectivamente producida en el proceso productivo de la empresa.