martes, 25 de junio de 2013

¿Qué son las participaciones preferentes?

Por todos es sabido el drama que sufren miles de familias con el tema de la participaciones preferentes pero, ¿qué son exactamente? ¿cómo pueden tener vencimiento en el año 3000 o más en muchos casos? ¿por qué las entidades financieras no devuelven el importe integro de estas participaciones? ¿cuál es la verdad de su nombre? 

 En primer lugar sería conveniente explicar cuál es la operativa y las condiciones básicas de este producto financiero. Las participaciones preferente son similares a las obligaciones subordinadas de cualquier compañía pero que en las cajas y bancos son llamadas de esta forma. Las participaciones preferentes son deuda de carácter perpetuo, es por ello que muchas se amortizan en el año 3000 o 9999. Aunque si bien es cierto, después de 5 años existe una opción de amortización anticipada. 

 Las participaciones preferentes surgen como respuesta a la necesidad de incrementar los recursos propios de las entidades financieras. En el inicio de la crisis económica de 2008, se estableció que las entidades financieras debían incrementar su estabilidad y seguridad a través de un aumento de los recursos propios. Las participaciones preferentes son consideradas recursos propios por las entidades financieras y por ello, los inversores en estos productos serán los últimos acreedores en cobrar (por delante de los accionistas) si la entidad va a la quiebra. 

 En principio, y como cualquier instrumento de capital, las participaciones preferentes nacen sin fecha de vencimiento al igual que las acciones, esta es la razón por la que en muchas de ellas aparezca un vencimiento dentro de miles de años. Lo que se hace entonces es que estos instrumentos de renta fija se pueden vender en un mercado secundario como AIAF en donde otro inversor compra tu participación. El problema actual es que no hay nadie que quiera invertir en este producto por lo que el precio baja, es la ley de la oferta y la demanda. Por otro lado, ni los propios bancos pueden (ni quieren) hacer frente al pago de estos productos. 

En el siguiente cuadro se ven las entidades con mayor volumen de estos activos.